El 27 de junio, a media mañana, alcé la mano en el Hotel Hesperia Tower de L'Hospitalet de Llobegrat e hice la primera pregunta del turno a un tal Shawn Layden. Él, que es parte indiscutible e indisociable de ese éxito perenne que abarca décadas llamado PlayStation, acababa de dar junto con Mark Cerny (tres cuartos de lo mismo) una charla magistral que repasaba el tiovivo de crear un logro así en los intestinos de una corporación. Yo, sorprendido por la calidad y honestidad de sus palabras, decidí ir a saco.

Mi pregunta, parafraseando, fue tal que así: "Ha hablado durante toda su charla de la importancia de los creadores que están detrás del videojuego. ¿Cree que hay una acuciante necesidad de que dichos creadores encuentren un marco más cultural, una suerte de Festival de Cannes, para debatir sobre este arte con la honestidad que usted lo acaba de hacer? Porque la feria de referencia del sector, el E3, no deja de ser eso: una feria".
Su respuesta fue la siguiente: "El E3 es una gran feria de mercado. Realmente vamos allí para darle un impulso a las ventas de cara a la campaña navideña. Pero sí, estoy de acuerdo contigo. Necesitamos más lugares para hablar así de los juegos. Creo que Gamelab es uno de esos lugares". Layden, que estaba extraordinariamente cómodo, me anticipó una noticia que detonó meses después en dos fogonazos. Uno, con el adiós de Sony al E3. Dos, con la explicación de los motivos esta misma semana, explicados por el propio Layden.
Lo cito otra vez: "Estamos hablando sobre, ¿cómo podemos hacer que el E3 se vuelva más relevante? ¿Puede el E3 convertirse en un festival de videojuegos sin la necesidad de soltar un bombazo? ¿No puede ser simplemente una celebración de juegos y paneles con los que los desarrolladores se puedan acercar a los aficionados?". Esa es la pregunta que pende, cual espada de Damocles sobre el videojuego: ¿No puede ser el E3 eso, simplemente, una celebración de los videojuegos y sus creadores con su público? ¿Una ocasión para el glamour, la empatía y el conocimiento?
La pregunta me lleva obsesionando desde que Layden me dijera: "Necesitamos más lugares para hablar así de los videojuegos". El caso es que esos lugares existen. En España, sin ir más lejos, tenemos tres con ese clarísimo enfoque: el Gamelab, el Fun & Serious y el Celsius 232. En los tres se potencia la charla de larga duración con una figura del videojuego. Algunas, y hablo de experiencias a flor de piel , fueron estremecedoras, conmovedoras, inolvidables.
Pongo un ejemplo muy rápido. Se sube al escenario, de Gamelab, Jordan Mechner, creador de 'Prince of Persia'. El título de su charla era: 'La sombra y la llama. Enfrentándonos a nuestro lado oscuro', en clara alusión a ese gemelo sombrío con el que tenía que lidiar el príncipe desde el primer capítulo de la saga.
Es difícil describir lo que pasó allí; pero no hace falta. Lo puedes ver. Solo sé que me encontré en una conferencia de videojuegos viendo a un desarrollador que estaba, con los ojos vidriosos, desnudándonos su alma. Fue algo muy parecido a ver llorar al director de 'God of War' leyendo su nota en Metacritic. Ahí, se dijo mi yo interior, está la verdadera guerra del videojuego , la única batalla que realmente cuenta: describirse a sí mismo como instrumento para conocernos mejor como seres humanos. O sea, hacer arte.
Y Layden, uno de los padres de PlayStation, lo sabe perfectamente. Lo ha expresado con elegancia (y contención) en sus palabras del martes. Y hay que reconocerle a Sony una cosa: es la mayor responsable de toda la industria del creciente viraje cultural que vivimos. Es un hecho incontestable, como decir que Nintendo hace los mejores (video)juegos del mundo. Sony ha buscado siempre otra cosa. Y su movimiento del E3, que muchos entendimos como prepotencia de líder, parece desvelar ahora un motivo más poderoso: se han dado cuenta de que tanto _cosplay_ u cartón piedra no ayuda. Se han dado cuenta de que si hay que ir a la guerra con los Netflix del mundo, 'Roma' y su León de Oro en Venecia es la respuesta. Como lo es un padre con cesárea que abraza a un bebé invisible. Los fans no son simplemente fans. También son seres humanos, ¿verdad?
¿Verdad?
La trampa del 'sorpasso' a los Oscars
Vamos a sumarle más otra bola a esta rueda de actualidad reciente sobre el videojuego con una noticia de ayer. En esta misma casa, te contamos que la caída kamikaze de los Oscars viene en paralelo del ascenso incontestable de los Game Awards. De nuevo, hechos. Crecimiento del 148% de audiencia (¡148%!) en un año de los Game Awards frente al contraste declive de los Oscars.
Y aunque hay cierta trampa en el dato global de audiencia de la Academia de Hollywood —parece que Nielsen cuenta espectadores directos de la emisión en vivo de ABC, cuando entre pirateo y previas hay que sumar muchos más ojos— el caso es que ambas ya están peligrosamente cerca; apenas las separarían unos cientos de miles de espectadores. Tanto como para pensar que 2020 puede dar el siguiente titular: Los Oscars del videojuego ya son más vistos que los Oscars. Como titular, hay que reconocerlo, mola bastante. Y oigan, la cosa dura tres horazas y pico igualmente.
Pero no es cuestión solo de pantallas. Para los que nos vemos la gala de los Game Awards al detalle, sigue quedando patente lo poco acostumbrados que están los creadores del videojuego a ser glamurosos; a vestirse culturalmente, por así decirlo. A veces por barreras idiomáticas y de usos y costumbres —se suben los máximos artífices de un juegazo como 'Monster World' y poco menos que dijeron: "Muy contentos de estar aquí"—, a veces por inexperiencia, a veces por aversión o indiferencia, sucede que el rostro tras el píxel no da la talla. Y luego está Josef Fares, que lo peta.
Al margen de lo preparados o no que estén los desarrolladores para asumir su rol de estrellas —precisamente Mechner me llegó a decir en Barcelona: "Es que parte del problema es que los creadores de videojuegos somos gente tímida que trabaja delante de un ordenador"—, hay otro problema gordo. De hecho, es el que más se le critica a los Game Awards. Que se usan, como el E3, para anunciar bombazos. Que se le da al fan los tráileres de los juegazos que están por venir.
Y así, al día siguiente, el evento con más glamour del videojuego se queda casi reducido a lo siguiente: 'Los 10 anuncios más espectaculares de los Game Awards' en todas las variantes que se imaginen. De la gala, nada; de ese Ninja derrochando carisma y desparpajo hablando con una cigala teleñeco, nada o casi nada. ¿Se imaginan unos Oscars en los que pongamos que un encantador Hugh Jackman interrumpe la gala y suelta: y ahora prepárense para ver un tráiler de 'Parque Jurásico 7'? Pues eso.
El problema de todo este asunto es una endémica falta de confianza en los jugadores, en ese concepto tan amorfo (y cancerígeno) que es el _gamer_. Miento; miento. El _gamer_ no es amorfo; su tópico es muy concreto: sigue siendo el niño-rata. Pero ese es el _gamer_ imaginario; el gamer real puede ser chico o chica, leer a Dostoyevski o practicar parkour, estudiar neurología o pirrarse por la literatura de viajes. Hay de todo entre los gamers. Lo sé, como cualquier amante de los videojuegos, por mis amigos. Hay, repito, de todo. De todas las edades. De todos los colores y géneros.
Pero la pregunta sigue siendo muy relevante: ¿Por qué los Game Awards precisan de ese impulso de los tráilers? Peor aún: ¿Qué pasaría si dichos tráilers no estuvieran? ¿Bajaríamos de veintitantos millones a dos mal contados? Es una enorme incógnita en la que en realidad está en juego si los videojuegos se sostienen a sí mismos, dentro de sus límites, sobre pies de barro cuando aseveran, por activa y por pasiva, que quieren ser reconocidos como cultura.
Y aquí es donde yo me tiro un triple y contesto a esa gran pregunta. Sí, los números de espectadores bajarían si no hubiera tráilers de juegos molones en los Game Awards. Fijo. Pero no bajarían tanto. No sería un desplome. Porque el encuentro del fan con su ídolo es constante en la Cultura; da igual de qué campo hablemos. Todos coleccionamos a nuestros héroes y nos bebemos sus palabras : se llame Ursula K. Le Guin o Hideo Kojima.
¿Y cómo se hace eso de la cultura?
Respuesta de Perogrullo: haciéndola. Haciéndola. No hay otra. Es un poco como el periodismo de investigación, la crítica profunda o las columnas de opinión. Si los medios solo miraran el rendimiento en clics de sus enfoques periodísticos, no habría firmas en las cabeceras. No se entrevistaría con hondura a escritores por consagrar. No se dedicarían esfuerzos y efectivos a describir tal tendencia cultural incipiente. No surgirían medios especializados (por estos lares: un 'Anait', un 'Canino', una 'Yorokobu', una 'Cactus') eminentemente centrados en el rigor y la calidad; en la pasión por aproximarse a un arte amado. Sin ir más lejos, el nombre de esta casa no viene de otro lugar que de 'Gattaca', ese inolvidable debut de Andrew Niccol.
Y eso es solo analizando a los que hablan sobre lo que otros hacen, que eso somos los periodistas. En los que hacen… Pues solo se harían en cine películas de palomitas y nada más. Uhm, tal vez eso último no sea el mejor ejemplo, ¿verdad? Exageramos. Películas por amor, nunca mejor dicho, al arte se siguen haciendo más allá de las mallas, los dibus y los hobbits. Otra cosa es quien las pague.
Así que si el videojuego se toma en serio lo de ser arte, no lo queda más remedio que demostrarlo. Y aquí quien asoma la patita tiene toda la responsabilidad en su tejado. En este caso, Sony. ¿Me puedo creer a Sony? ¿Se lo puede creer usted? ¿Nos lo creemos?
Preguntas peliagudas, claro que sí. Pero les voy a contar otra cosa, de la experiencia que se coge sin calentar el culo en la silla. Durante varios años, asistí invitado por Sony a una conferencia exclusiva que montaban en la Paris Games Week. Dos de ellas estaban moderadas por Keza MacDonald, por aquel entonces editora de Kotaku, hoy, flamante sucesora en 'The Guardian' de una firma legendaria en el medio: Keith Stuart, editor durante muchos lustros de la mejor sección cultural de videojuegos en la prensa generalista. Los temas de esas mesas redondas: videojuegos más allá de la violencia y el lenguaje de la realidad virtual. Fueron, y no exagero un pelo, memorables.
Otro botón. Me encuentro en una entrevista con el creador de 'Gran Turismo', Kazunori Yamauchi, a quien huelga decir que admiro. Y me suelta esto: "Fui una de las 30 personas que fundaron Sony Computer Entertaiment. Ya desde el inicio, nuestra meta fue siempre la misma: elevar la posición cultural que ocupa el videojuego en el mundo". No hay trampa, ni cartón. Me lo dijo hace dos años. Y encaja en guante de seda con lo que ha dicho Layden esta semana. Encaja también con ese beso gay para abrir su conferencia del E3. Encaja con rescatar a Kojima y poner a sus pies la libertad creativa total con presupuesto infinito.
Miren, a mí Sony no me cae igual de bien que Nintendo; no me importa decirlo. La trayectoria artística —por más que la influencia de Miyamoto los siga capando para reconocer en una entrevista que hacen arte; y del mayor— y ética de la _Gran N_ (no, no es Netflix) se ganan mi corazón de aficionado, porque veo una continuidad y coherencia (y amor) por este décimo arte que no veo en ninguna parte. Pero Sony ha sido adalid de romper el gueto del videojuego ; el picahielos empeñado en perforar el muro de indiferencia del panorama cultural. Y, poco a poco, lo ha conseguido agrietar.
Claro, que hay que pasar de las palabras a los hechos. Y si Sony no promueve un debate mayor (con consecuencias) para hacer del E3 (o de otra cosa) el evento que Layden dice que debería ser, —recordemos: encuentro, con el videojuego como argamasa, entre creadores y aficionados— pues cuénteme entre los hondamente decepcionados. Pero aquí hay noticia, damas y caballeros. Como la hubo en la insólita disculpa de Takahashi la semana pasada, cuando se anunció el reinicio de Prime 4. Como la hubo desgraciadamente el miércoles, con la resaca de los 800 despidos de Activision-Blizzard en su año récord de beneficios. Verdaderas noticias, no el enésimo tráiler de tal título. Aunque huelga decir que yo también me he quedado loco con ese fan-service final del Nintendo Direct de ayer. Guau.
Un punto final a la reflexión muy personal. El año pasado, allá por julio, disfruté moderando con precisamente Keith Stuart una mesa de noventa minutos espectacular sobre narrativa en videojuegos; fue en el Celsius 232; por desgracia, esta no la puedes ver. Ni más ni menos que los diseñadores narrativos (y escritores) Jakub Szamalek ('The Witcher 3'), Margareth Stohl ('Destiny'), Dan Abnet ('Alien Isolation', 'Shadow of Mordor') y Tom Jubert ('Subnautica', 'The Talos Principle', 'The Swapper') hablando sin la menor cortapisa de todo lo que les ha pasado en sus vidas entre los píxeles.

En el turno de preguntas, hubo un fan que se levantó, muy nervioso, y dijo "estar muy enfadado con Sony y Microsoft" porque no dejaran que el público pudiera tener oportunidades como aquella de ver los extraordinarios talento, desparpajo y vivencias de los creadores de videojuegos. Terminó su intervención colgando una pregunta del aire: "¿Qué se puede hacer para que esto cambie?". Margareth Stohl la cazó al vuelo: "Por hacer la pregunta, ya lo estás cambiando".
Así que yo desde aquí lo tengo claro. Si a futuro tenemos que perder un E3 por ganar un Cannes… Adiós, E3. Adiós.
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togepix
Un reportaje para mentirte a la cara .
Sony es precisamente EL EJEMPLO DE EMPRESA DEL E3: una empresa que ve en la Play PURO NEGOCIO .
¿ por qué sois tan cínicos en justificar que Sony se retira del E3 para dignificar el videojuego cuando es la empresa que menos lo dignifica ?
Nintendo es pura magia y cultura de la obra de arte del videojuego , Microsoft entro tarde pero hasta ha innovado teniendo claro que el servicio Online es su meta , ¿ Y Sony ? Sony no ha aportada NADA a la industria . Por no cambiar no han cambiado ni el mando . Han incluido a marchas forzadas las características que la competencia les ha obligado a lo largo de las generaciones , como digo OBLIGADOS por la competencia.
Sony no se ha presentado porque no tiene NADA que mostrar . Ni rumbo , ni meta , ni camino futuro .
Todos sabemos que Nintendo nunca presenta dis consolas iguales , todos estamos esperando la próxima XBOX con su futuro le servicio Online , ¿ Y Sony ? Sony presenta la misma consola con más gráficos y potencia .
Eso es la filosofía Sony . Dinero y negocio con la ley del mínimo esfuerzo . Franquicias con mínima innovación y tirando .
Dani3po
¿Crees que Cannes hace algo por la cultura cinematográfica? No es más que una pasarela de estrellas, flashes y vanidad. Me alegro de que sientas tan importante y tan por encima del resto del mundo con tus mesas redondas "gafapastiles" y tus charlas pseudo-filosóficas con los gurús del videojuego mientras visitas el catering de tortitas de quinoa y smoothies naturales, pero la pedantería y el clasismo que rezuma el artículo hace que me pregunte si me he equivocado y he entrado en Playground o similar. Menudo tostón pretencioso para justificar algo que ni hace falta, ni se puede justificar.
ArtHur
Sony no va al E3 porque no tiene nada que mostrar ya.
Todo este rollo del redactor para justificar tonterías. O mejor dicho, todo un extenso artículo para justificar los maletines recibidos.
Ya dejen de mentir y de venderse.
sergio71
Personalemente no entendí los argumentos de Sony, pero se ve que "don maletín" da mucha mayor claridad de entendimiento a los medios.
pablo_
Buenas reflexiones para una conclusión totalmente equivocada: un E3 no quita un Cannes, del mismo modo que en el cine se celebran festivales comerciales e independientes. Le duela a quien le duela, el sector vive de dos clases de videojuegos: obras maestras ideadas para conmover al jugador, y videojuegos sacacuartos y adictivos. Sin el uno, no se sostiene el otro, así de sencillo. Y aquí va la muestra: Rockstar sacó un GTA V y, además, un tal GTA Online. Lo segundo pasó de añadido curioso a pilar. Quien crea que GTA Online tiene cabida en un Cannes, no tiene dos dedos de frente.
También creo que se pinta a Sony de lo que no es: mucho antes de que empezaran a hacer titulazos por su cuenta, ya había productoras que estaban haciendo videojuegos narrativamente superlativos. Y si no, que se lo digan a Square Enix y sus Final Fantasy (más tarde Kingdom Hearts daría una lección de narrativa combinada también). Así que, sintiéndolo en el alma, no creo que Sony vaya a ser el adalid de ningún viraje al videojuego como cultura.
Es más, espero que no lo sea (sentirse decepcionado con esto no tiene ningún sentido, siento decirlo). El viaje hacia el videojuego como arte reconocida en todos los estamentos lo tienen que iniciar todos al unísono: desde grandes productoras hasta los estudios más humildes.
Ah, por cierto, que casi se me olvidaba, no vendamos las cosas como no son: los grandes responsables de que hoy en día los videojuegos estén más cerca que nunca de considerarse un arte son los estudios independientes, no Sony. Igual que el verdadero arte en el cine suele encontrarse más allá de las grandes productoras.
daymaster
Y yo te pregunto ...querido redactor...Y si a los premios musicales tipo MTV o gramys le quitas las actuaciones bajaría en audiencia? Y si a los Oscar le quitas la alfombra roja ? Que se comentaria al día siguiente? Ahí lo dejo para que reflexiones
pabloj
La evidencia nos dice que no van porque llevan años a base de desfilar con los mismos juegos una y otra vez, fue una apuesta que en su día se aseguraban el pan, aunque luego pudiese llegar el hambre, y tenía sentido, ante el avance de la competencia tenían que hacer algo, y acabarón prometiendo el oro y el moro en anuncios a riesgo de que acabasen diluyéndose en el largo plazo.
Llegados a este punto, con todo el pescado que tienen en desarrollo ya vendido, sólo pueden hacer dos cosas si van: o seguir mostrando lo mismo otra vez, o anunciar proyectos sin empezar aún más a largo plazo, o... no ir. Al fin y al cabo la máquina de humo tiene un límite y presentarse otro año más sería estirar el paripé ya hasta lo insostenible.
kaballero_1
Creo que la mayor dificultad que hay para considerar los videojuegos arte reside en sus seguidores, basta con ver los comentarios para ver como un artículo de opinión se lo llevan a una guerra absurda de consolas.
En cuanto al artículo, al igual que han comentado, creo que peca de dejar la responsabilidad de transformar los videojuegos en cultura en las productoras como Sony, MS y Nintendo, cuando ese trabajo se han encargado de realizarlo los estudios (tanto grandes como pequeños)
Luis
El no al E3 es algo injustificable.
Usuario desactivado
QUE ASCO
en serio
QUE ASCO
¿tantos billetes tenian los maletines?
Vaya forma de venderos.
QUE ASCO
frutosm
Vaya basura de artículo. El E3 es una feria de muestras de videojuegos, no es una gala de premios. Sony no ha ido porque no tiene nada para mostrar, ya está, no hay que inventarse gilipolleces para justificar la cagada de Sony.
¿Os paga Sony por escribir estas mierdas?
jusilus
Un artículo larguísimo que no pienso leer porque ya conozco a esta compañía. Todo lo que dijeran es mentira. La razón por la que no van es por la cantidad de millones que cuesta el evento y ya no puede seguir mintiendo. El año pasado tuvieron que parar y se notó muchísimo la diferencia. Además, como están dejando los próximos lanzamientos para la nueva plei, pues no tienen nada que enseñar.
Por otro lado, Mark Cerny, la cosa más sobrevalorada del mundo. Un tío del que no se sabía nada hasta que se puso a la venta la ps4. Lo único que hizo este señor fue ir al super con 200 dolares que le dio sony: amd para una apu barata y el resto de componentes lo más baratos y malos que entraron en ese presupuesto. Fíjate si es tan negado que no se dio cuenta de que 4 GB de RAM no eran suficientes y de que los procesadores de AMD, cuanto mayor es la ram, mayor es su efectividad (y esto lo sabe cualquier que haya montado un ordenador).
No entiendo que con el historial que tiene esta companyía la gente siga creyéndose todas sus mentiras.
Chizko
2*0 = 0...decir algo para hacer lo contrario es lo que leo aquí. No han valorado su desarrollo cuando impulsan ventas mediante ""influencer"" que no conocen ni el género, ni jugar...seriedad no se ha visto en ningún Experience donde ellos son directos responsables (porque el ritmo esta mal), es más, sus show son menos vistos que los del E3 o el show de auspiciadores de The Game awards. Aquí salio el fanboy idealista (que no entiende que en juegos no hay consenso alguno en que es bueno o malo, ni en un métrica cualitativa) o derechamente es un publireportaje canalla. El E3 de 2020 sera en otro escenario, el E3 es mitad negocios, 1/4 conferencias privadas y ahora último fans en el camino de los medios.
borjaviedma
le dais muchas vueltas, en mi modesta opinión Sony no va al E3 por el mismo motivo que volverá en dos o tres años, para que se hable de ello, estamos ante la campaña de marketing empresarial más barata de todos los tiempos, y este artículo es un claro ejemplo de ello ¿era necesario hablar de arte y de Sony hoy? no, pero como Sony se ha ido del E3 habéis hecho este artículo, y este es uno de los muchos que habéis hecho y de los que os queda por hacer.
Un saludo.
154549
Los videojuegos son considerados como cultura por parte de la sociedad desde hace muchos años, falta que las instituciones que supuestamente velan por la cultura los apoyen oficialmente para que se generalice, cosa que ya se está consiguiendo poco a poco.
Sin embargo la cultura no excluye al espectáculo, pasa lo mismo con el cine y la literatura, siempre existirán espectáculos para potenciar la venta de un producto, independientemente de su calidad cultural.
Puede seguir existiendo el E3 y pueden seguir existiendo otros eventos más enfocados a los desarrolladores o al lado más cultural de los juegos.
Dicho eso, el E3 era un escaparate buenísimo en una época en la que los videojuegos no eran tan mainstream, ahora que la audiencia y los beneficios son enormes, las compañías buscan controlar cuándo y cómo dan la información de sus juegos. Cuando Sony u otra compañía sueltan un bombazo en el E3 siempre va a quedar ensombrecido por los bombazos de otras compañías, pero cuando hacen sus propios eventos o comunicaciones pueden controlar la forma y la fecha que más les convenga, que el anuncio sea el centro de la noticia y no el E3.
Ese es el motivo por el que Sony pasa del E3, por el que Blizzard hace su propia conferencia o por el que Nintendo hace sus Directs.
joseantonioruiz
¿L'Hospitalet de Llobegrat ? ¿decimos acaso United States, United Kingdom, London, etc. etc. ?
¿Podemos negarnos a que llamen Spain a España?.
Hasta donde llega la tontería, no mezclen idiomas please...
dark.tron
Estaríamos confundidos o simplemente justificando desiciones si pensamos que tiene que dejar de existir un "E3" para dar lugar a un "Festival".
Un E3 es perfecto para presentar juegos rodeado de un buen espectaculo, venderselo al usuario y mostrar fortaleza frente a los accionistas.
Luego bien puedes irte a cualquier festival para hablar detenidamente de cada juego, un acercamiento mas intimo con los usuarios interesados.
qwertybcn
No tengo claro que ir a menos eventos ayude a popularizar los nombres de los creadores (directores, artistas y demás) involucrados en un videojuego. Casi parece lo contrario.
Tampoco creo que ayude mucho la dinámica de consolas con menos años de vida útil y procesos mas largos de creación de juegos triple A. De alguna forma todo parece apuntar a menos ocasiones para poder escuchar a esos trabajadores (y quizás algunos productores y/o ejecutivos de las distribuidoras buscan eso. Que los focos sigan apuntando hacía ellos. Que todo siga girando en torno a la venda del producto y no a como se produce. O quién lo produce).
octolex
Antes de todo, precioso artículo, he gozado mucho leyéndolo y se nota el amor invertido en él :3
Y ahora es cuando aprovecho la tirada para plantear la otra cara de la moneda con esta misma premisa basada en la cultura. Pongamos por caso que Sony siempre ha querido elevar el nivel cultural de los videojuegos porque es en realidad la empresa más vanguardista de la industria y nadie lo sabía, ¿cómo narices se permite dejar de implementar la retroconpatibilidad en un salto generacional como el que ha supuesto el de ps4 respecto ps3? Es más, Sony apuesta agresivamente por los exclusivos ¿qué es de toda esa cultura que es exclusiva para un dispositivo destinado a morir? Hay remakes remasters y repollo, sí ¿y qué pasa con los que no los re-nada? ¿Cuanto tiempo tendrá que pasar para que saquen una PS4 mini para poder jugar a juegos que no decidan remasterizar para una cada vez menos hipotética PS5? Si es que deciden que se puedan jugar todos los títulos en una hipotética mini...
Está claro que en Sony hay gente que ama al videojuego, está claro que la gran mayoría de desarrolladores de videojuegos aman a los videojuegos, en Sony no están todos congregados ni su sentimiento es más excepcional que el de otros, Sony es un muy buen ejemplo de la fractura que hay entre el arte y el negocio, y yo poniéndome en la piel de un creador tendría serios remordimientos personales si decidiera formar parte de todo lo que significa Sony para los videojuegos al saber que todo lo que haga brillará, pero brillará durante cada vez menos años.
Para mí esto significa que Sony ha sabido ver que exponer la parte sentimental que acompaña la cultura de los videojuegos también vende y mucho, y que ha decidido adoptar una postura de mesías de la cultura; para vosotros, jugadores... jugadores con PS4, por supuesto ¿cuando ha hecho Sony una acción desinteresada por la cultura? Nadie la hace, ni Sony ni Microsoft ni Nintendo.
El pastel se descubre cuando se está anteponiendo el máximo beneficio a niveles totalmente rastreros a la preservación de la cultura.
MRubistein
Muy buenas, Ángel. Leo desde hace años los artículos de Xataka y por primera vez me he registrado para poder dejarte este comentario. Gracias. Gracias por expresarte con claridad, por redactar correctamente, por esforzarte en hacer un artículo con fondo y razonado. Y sobre todo, gracias por no tratarme a mí (al lector) como si fuese tonto. En estos tiempos no es algo fácil de encontrar. Huelga decir que como tú, creo que es positivo e ilusionante cuando los videojuegos aspiran a ser auténticas obras de arte, como muchos ya lo son. Un abrazo.