AUDIENCIA PROVINCIAL
La Maestranza gana a Ramón Valencia el pleito del IVA, del museo y de las visitas a la Plaza de Toros de Sevilla
La Audiencia de Sevilla le da íntegramente la razón y no tendrá que abonar los seis millones que exigía Pagés ni compartir los beneficios del museo
El contrato para la explotación del coso taurino expira el 31 de diciembre sin que por el momento haya acuerdo para su más que posible renovación

La Audiencia de Sevilla falla a favor de la Real Maestranza de Caballería en el pleito abierto por la empresa Pagés por el IVA abonado desde el año 1932 y por la gestión de las visitas turísticas, a través del museo de ... la Plaza de Toros de Sevilla. Se trata de una sentencia emitida el pasado 3 de marzo por la sección octava, presidida por el magistrado Víctor Nieto Matas, que le otorga íntegramente la razón a la real corporación frente a la demanda interpuesta hace ahora cinco años por Ramón Valencia por sus discrepancias con los términos del contrato que hace más de noventa años firmó el abuelo de su mujer, Eduardo Pagés, con la propiedad del templo taurino. Una disputa que supera los seis millones de euros tras considerar Ramón Valencia que el IVA abonado por el canon del inmueble está sujeto a una normativa fiscal muy distinta a la que actualmente rige, reclamando la exclusión de este impuesto desde que en el año 2002 acordaron la renovación del contrato. Esto es, más de cinco millones de euros por los ingresos en taquilla (denuncia interpuesta con las cifras registradas hasta el año 2020) y casi un millón por los derechos audiovisuales y la explotación de las barras de bebidas. Además, en su reclamación exigía un porcentaje de la recaudación de las visitas turísticas, que rondaría en estos momentos las 400.000 personas anuales.
El Juzgado de Primera Instancia número 10 de Sevilla sí estimó en diciembre de 2021 la solicitud sobre los ingresos del museo, reconociendo un beneficio a partes iguales de la taquilla del museo, aunque desestimó esa reclamación sobre el IVA abonado. Finalmente, la Audiencia de Sevilla falla ahora en ambos casos a favor de la Real Maestranza, que no tendrá que abonar los seis millones de euros que pedía la empresa Pagés ni deberá compartir los beneficios de su museo. La empresa Pagés en este procedimiento no ha estado representada por su despacho de abogados habitual, sino por el bufete Olivencia-Cuatrecasas.
Tras aquella primera sentencia de hace tres años, ambas partes presentaron recursos: la Maestranza no estaba conforme con tener que repartir los beneficios que le reporta el turismo y Ramón Valencia insistía en la revisión del IVA ya abonado. Ahora, el magistrado Víctor Nieto Matas falla íntegramente a favor de la real corporación en una sentencia, de la que ha tenido conocimiento este periódico, y que además condena a la empresa Pagés a abonar las costas del proceso. A este fallo le cabe recurso ante el Tribunal Supremo.
A pesar de la cuantiosa cantidad que la empresa Pagés pretendía recuperar por el IVA abonado, no es menos importante su pretensión de compartir los beneficios de las visitas turísticas al tratarse el museo de la Maestranza de uno de los monumentos más visitados en la ciudad de Sevilla. Se trata de un espacio expositivo dispuesto en los bajos del coso taurino cuya entrada permite además recorrer las principales dependencias, como los tendidos y el ruedo, por lo que el Juzgado de Primera Instancia número 10 sentenció que «no puede aceptarse que la Real Maestranza prive total o parcialmente de su uso y posesión a la arrendataria (Pagés)». Apuntando además que «las visitas guiadas por parte de la Real Maestranza no tienen encaje en el marco contractual, ni en ningún acuerdo posterior entre las partes y supone un incumplimiento de la obligación esencial de mantener el goce pacífico del arrendatario». Esto ha sido desestimado ahora por la Audiencia Provincial de Sevilla.
Por otro lado, son varias las fuentes que aseguran a ABC que existe un acuerdo de confidencialidad por escrito y con la rúbrica de ambas partes por el que se comprometen a no hacer público el contenido de esta sentencia para que el sonado conflicto no afecte en modo alguno al normal desarrollo de la temporada taurina de Sevilla.
Este pleito fue adelantado hace ya cinco años por ABC y desde entonces, y pese a las especulaciones sobre la relación entre la Real Maestranza y la empresa Pagés, siempre han mostrado altura de miras y buena sintonía por ambas partes sin que se hayan pronunciado al respecto ni tampoco evidencia distanciamiento alguno, pues, como muestra la fotografía que ilustra esta noticia, tanto el gerente de la empresa Pagés acude siempre a los principales actos organizados por la corporación nobiliaria como la Junta de Gobierno de ésta arropa a Ramón Valencia en días señalados de su empresa como en la presentación de los carteles de la temporada.
De hecho, tras desvelar ABC esta circunstancia hace un lustro emitieron un comunicado conjunto en el que decían lo siguiente: «Ante la petición formulada sobre la existencia de algunas cuestiones que se han sometido a la decisión de los tribunales, la Real Maestranza de Caballería de Sevilla y Sevilla Pagés han decidido emitir una nota de prensa conjunta en la que, ante todo, quieren poner de manifiesto que durante los casi noventa años transcurridos desde el inicio de la gestión de la plaza de toros de Sevilla por don Eduardo Pagés, la relación entre las partes ha sido y es excelente, y ha estado presidida en todo momento por la buena fe, el respeto mutuo y la lealtad recíproca, que siguen perviviendo en la actualidad».
En este comunicado explicaban que «las cuestiones sometidas a decisión judicial se limitan a específicos aspectos técnicos interpretativos del contrato que les vincula, sin que ello afecte de ninguna manera a la buena relación existente, a la normal gestión de la Plaza ni al desarrollo de las diferentes actividades taurinas y de otro orden que en ella se realizan».
El contrato que vincula a la Real Maestranza de Caballería de Sevilla con la empresa Pagés fue firmado en 1932 por el por entonces teniente de Hermano Mayor, Francisco Armero y Castrillo, y el empresario catalán Eduardo Pagés Cubiña, bajo una fianza de 100.000 pesetas, por un periodo de cuatro años y con una renta anual de 150.000 pesetas. El contrato se fue prolongando y cambiando de manos entre colaboradores y herederos de Pagés. Así, en 1945, tras su muerte, tomaron las riendas Manolo Belmonte y Enrique Ruiz, hasta que en 1959 les gana un pleito la hija de Eduardo, Carmen Pagés, nombrando como gerente a su marido, Diodoro Canorea, mítico empresario del coso del Baratillo que organizó su feria taurina hasta que la muerte le sorprendió con el abono de la temporada 2000 a punto de salir a la luz pública.
En aquel momento se hicieron cargo de la explotación del coso su hijo Eduardo Canorea y su yerno Ramón Valencia Pastor, quienes firmaron la última renovación con la Real Maestranza en el año 2002 tras la muerte de Carmen Pagés, quien ostentaba la titularidad del contrato de arrendamiento. En el año 2015 Eduardo Canorea decidió dar un paso al lado y cedió toda la gestión a su cuñado Ramón Valencia, quien organizó la temporada 2016 en solitario y desde entonces se mantiene al frente del coso, ahora con la colaboración de su hijo Ramón Valencia Canorea.
Este contrato expira el próximo 31 de diciembre y la intención de ambas partes es la de sentarse a negociar una posible renovación, por períodos de menor extensión y con unas condiciones económicas distintas a las actuales.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete